Tiempo de cambios

El 2010 fue para mí un continuo barruntar un gran cambio, un cambio a varios niveles. Quizá por mi forma de ser no fue un cambio brusco, se fue mascando gradualmente, fui definiendo poco a poco qué cambio quería, cómo lo quería… y buscándolo, que el cambio a veces no llega, hay que buscarlo.

Hubo varios momentos que marcaron un antes y un después en saber qué iba a cambiar y cómo iba a hacerlo. Como muchas veces antes de cambiar, hace falta bajar y a veces, bajar mucho. Pero el detonante del cambio, acaba llegando, a veces es interno y otras externo.

Acabé el 2010 viviendo en otro barrio de Barcelona, uno al que no había ido más que muy de vez en cuando, pero que, la verdad, reunía todo lo que quería para el sitio donde iba a vivir. Es un barrio muy ‘pueblo’ hay mucho comercio pequeño, está muy bien comunicado… y dejé Sants y me fui a Sant Andreu.

Volví a estudiar también, un postgrado de Gestión y Planificación de Proyectos y además una asignatura suelta de Redes Sociales, que todo el que me conozca sabrá que me apasionan, aunque entiendo a sus detractores pero… a mí me gustan O:-) y las disfruto. Facebook, Twitter, Foursquare, GoMiso, Linked In, Quora, … por cierto, en esta asignatura disfruté como hacía años que no disfrutaba volviendo a estudiar, que en realidad no fue estudiar, fue un aprendizaje continuo y muy compartido, supongo, por la misma esencia de la asignatura. Además, me llevo un buen puñado de grandes compañeros de todas partes del mundo, desde México y otros países a diversas ciudades españolas.

En el 2011 cambié de trabajo, sigo haciendo Consultoría y sigo dentro de Sanidad, pero ahora tengo la oportunidad de hacer otro tipo de tareas que tenía ganas de probar y que, por diversas circunstancias, hasta ahora no había llevado a cabo.

Hubo más cambio que, ahora mismo, no voy a contar. Definitivamente, estoy en una época de cambios. Y… me gusta. De los cambios siempre acaban saliendo cosas buenas… y de puta madre. Aunque llegar al cambio cueste, aunque sea duro en ocasiones vivir el cambio, acaba mereciendo la pena. Y si no lo hace, se vuelve a cambiar.

Para darle una banda sonora a esta entrada no se me ocurre mejor canción que Winds of Change de Scorpions, que se retiran ya y a los que espero ver este verano en directo, antes que digan adios definitivamente.